“Camino a través de la luz para volver a las raíces”, es un ensayo sobre la memoria y honra a mis raíces suizo-alemanas. Evoca las potencialidades internas que traemos grabadas en el ADN, y análogamente cómo en la simbología del círculo (célula/semilla) se manifiesta finalmente el retorno a los orígenes como potenciadores y posibles cimientos de la humanidad. Este proyecto consiste en una instalación urbana, compuesta por un objeto escultórico protagonista (célula/semilla) que flota como ofrenda germinadora en medio de un paisaje urbano-industrial; como homenaje a una parte de mis ancestros paternos originarios de esas tierras. Realicé un registro fotográfico de la pieza en diferentes horas del día, para capturar lo que sucedía dentro de la misma al ser atravesada por la luz del sol, y cómo afectaba esto al entorno arquitectónico y las diferentes proyecciones de su sombra; como fuerzas genéticas invisibles que nos mueven, atraviesan y llevan a lugares impensados pero finalmente necesarios. Me interesa destacar lo que sucede ‘dentro’ de la pieza con la proyección de la luz que la atraviesa, como una conexión orgánica y de ‘Vida’ que se manifiesta con el antagonismo arquitectónico y urbano del ‘afuera’ que la rodea. Esta “obra-ofrenda” en una primera instancia, fue pensada para concluirse en una performance donde se quema la pieza en ese paisaje abierto y público donde fue concebida. Acompañado de un ritual chamánico americanista, transmutando de esta manera a cenizas metafóricas (de luz) que vuelven a la tierra, como un reconocimiento simbólico a la memoria de mis ancestros. Por diferentes situaciones e imprevistos; esta ofrenda mutó para que finalmente yo pueda comprender su real propósito: debía donarla a la institución que me albergo en este proceso interno durante esta residencia de arte en los meses de mayo, junio y julio de 2018; como símbolo de amor y devolución a la tierra de una parte importante de mi ascendencia. Berlín, julio 2018.