RESIDENCIA BERLIN ART INSTITUTE
Mi experiencia en el BAI fue excelente. Me sentí totalmente apoyada, respetada y, al mismo tiempo, con la libertad de continuar desarrollando mi proceso artístico, gracias a la investigación de nuevas materialidades y búsquedas que fomentan la confianza en mis propios criterios artísticos y en el potencial que uno aporta; sin presión y de acuerdo con mis necesidades. Considero que el programa de arte de estudio del BAI promueve una oportunidad concreta de crecimiento que, según la forma en que cada participante la aproveche, puede superar sus expectativas no solo como artista, sino también a nivel personal. Es una plataforma estimulante, innovadora y constructiva que promueve el desarrollo del lenguaje artístico, así como la autoconfianza y el desarrollo del talento y el criterio propios. El coaching de sus generosos y bien preparados directores, así como los interesantes debates críticos que promueven, tanto individuales como grupales, entre los artistas participantes, intercambiando y enriqueciéndose con las diferentes edades y culturas que cada uno aporta de sus propios países, es una clara muestra de ello. y es un punto que realmente ‘suma’ por el bagaje que se comparte, haciendo que la gente tome conciencia de ver el arte desde otras perspectivas.
Además, las visitas ya planificadas a galerías y los seminarios impartidos por talentosos pensadores, artistas y/o curadores invitan a los participantes a instruirse en conocimientos, preguntas y conversaciones sobre arte contemporáneo, así como a saber cómo insertarse profesionalmente en él. Esto también me brindó la oportunidad de explorar la riqueza cultural, la idiosincrasia y el mundo artístico que se despliega en la increíble y ahora querida ciudad de Berlín. Quisiera destacar también la disposición y el trabajo afectuosos de sus directores, los artistas Stephanie Jünemann y Ralf Schmitt, seres humanos virtuosos que se entregan a los participantes de forma interesada y cuidadosa, impulsando a cada uno a llevar a cabo su propio proceso, guiándolos desde una perspectiva horizontal; y con el empuje suficiente para estimular a cada uno en sus propias aspiraciones. Espero regresar, porque siento que gracias a esta institución pude, en un momento particular de mi vida, redescubrir parte de mis raíces paternas en esta querida tierra europea y así realizar un importante e inolvidable proceso interno que trascendió incluso mi propio arte.