En esta serie de ensayos/obras me sumerjo en la obsesión por la disciplina y sus bordes.. Tomada por la línea, esta se vuelve el eje de mi investigación, orquestando la duda... ¿Puede la línea sostener una práctica artística? ¿Cuál es su límite? En la obra dejo al descubierto desde la materialidad sus posibles apariciones, evidenciando así que la línea es un territorio en sí mismo. Las diversas capas se superponen, la materia se acumula, se ancla al soporte. La línea estructura territorios y se emancipa de los límites convencionales, para expandir su potencia sensible y simbólica a posibles espacios aún desconocidos. A través de la manipulación y materialización, indago sobre su espacialidad, resistencia y transformación, para dar lugar así a situaciones imprecisas, vibrátiles, expansivas y sensibles… ¿Puede la línea conectar al ser humano con otras formas de habitar la realidad? Cada vez que me acerco a una respuesta posible, trae consigo una nueva pregunta y se borra a sí misma. Desearía poder decir que vislumbro una respuesta que calme esta duda inevitable... mientras tanto, abrazo cada ensayo como una verdad provisoria...